jueves, 5 de noviembre de 2015

James Nachtwey, fotógrafo de guerra

James Nachtwey es un fotógrafo estadounidense (nacido en Siracusa, Nueva York, el 14 de marzo de 1948) que es uno de los reporteros gráficos especializados en conflictos más famosos. Su talento y su valentía, le han llevado a cubrir guerras y situaciones terribles por todo el planeta desde los primeros años 80.



"He sido un testigo, y estas imágenes son mi testimonio. Los sucesos que he grabado no pueden olvidarse y no deberían repetirse
Cada minuto que estaba allí, quería volar. De ningún modo quería ver aquello. Dos opciones, darme la vuelta y correr o aceptar la responsabilidad de estar allí con una cámara.
Sería impensable en lo que llamamos ‘vida normal’ entrar en la casa de una familia que está llorando la muerte de uno de sus seres queridos y pasar un buen rato allí haciendo fotos. Simplemente nadie lo haría. Esas fotos nunca podrían haber llegado a hacerse sin haber sido aceptado por la gente que fotografío. Es simplemente imposible hacer momentos como esos sin la complicidad de la gente que fotografías, sin el hecho de haber sido bienvenido, aceptado y de que ellos quieran que yo esté allí.
Creo que la gente se debe ofender con el genocidio. Se debe ofender con la limpieza étnica. Se debe ofender con el hambre. Mi trabajo no es hacer que esas cosas sean cómodas o fácilmente digeribles. Mi trabajo no es hacer sentir cómoda a la gente con estas cosas, ni entretenerles. Mi trabajo es concienciar a la gente del hecho de que son crímenes contra la humanidad." 

Premiado en numerosísimas ocasiones, incluyendo el World Press Photo en los años 1992 y 1994 o las cinco veces que ha sido galardonado con la medalla de oro Robert Capa, Nachtwey lleva escrita la honestidad en sus imágenes. Siempre educado, siempre testigo, alza la voz a través de sus imágenes tan pronto de una familia, como de un grupo de manifestantes.


Por encima de cualquier otra consideración la fotografía de Nachtwey es dura. Uno no puede quedarse ante sus imágenes indiferente, es absolutamente imposible. Según ha relatado en algunas entrevistas, incide en que la opinión pública necesita el conocimiento de los temas que trata y que para él la fotografía es una herramienta útil para concienciar y cambiar el mundo.




Pero es imposible saber en qué medida este tipo de trabajos afecta a la gente. Como a él me gustaría creer que la gente responde a estos estímulos, motivar a la gente a ayudar a otros. Que te afecte a ti, que no te deje indiferente.

"Lo peor es que, como fotógrafo, me aprovecho de las desgracias ajenas. Esa idea me persigue todos los días, porque sé que si algún día mi carrera es más importante que mi compasión, habré vendido mi alma. La única manera de justificar mi papel es respetando a aquellos que sufren. La medida en la que lo logro, es la medida en la que se me acepta, y en la que yo mismo puedo aceptarme"

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